viernes, junio 17, 2011

Más allá de mi nariz


Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja. San Agustín



Salgo de mi carro con todo lo necesario para un día de mucho trabajo. Mi maletín, mi celular, mi cartera, mi café y por supuesto, mi almuerzo, porque cuando tengo hambre me pongo de un humor que ni yo misma me aguanto.

Entro por la puerta, saludo a “titirimundati”, es decir, a todos mis compañeros de oficina y sigo con mi agenda. Me siento en mi escritorio, prendo la compu, le solicito unos expedientes a mi secretaria… ¡Oh, oh! ¡pero ven acá! ¿dónde dejé botado los lentes? Ahora sí es verdad, sin mis lentes tengo el juego trancado. Sin ellos mi visión es muy limitada.

Me pongo como una loca a buscarlos por toda la oficina, respiro profundo… luego me acuerdo que los dejé en el carro, y salgo como un cohete a buscarlos. Ya sentada otra vez en mi escritorio, con la lengua afuera y tremenda sed arriba, escuché estas palabras en lo más profundo de mi corazón:

Lo mismo pasa en la vida. Puedes tener todo el conocimiento y toda la preparación existente, pero si tu visión no es la correcta, no podrás avanzar. Por eso es muy importante alinear nuestra vida a la luz de la palabra de Dios.

¡Wao Señor! ¡Ayúdame a tener la visión correcta en la vida!, me dije a mi misma.

El ojo es la lámpara del cuerpo, por lo tanto, si tu visión es la correcta todo tu ser disfrutará de la luz. - Mateo 6:22 (NVI)

La Biblia está repleta de hermosas promesas que están disponibles para ti en este mismo instante si solo decides creerlas y vivirlas. Muchas veces le damos mayor importancia a la opinión de los demás, a la opinión de nuestras circunstancias, a la opinión de nuestros temores, y terminamos poniendo en último plano la opinión de Dios.

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. - Romanos 12:2 (NVI)

Cuida tu visión, sin ella no podrás llegar al lugar que Dios a preparado para ti.

Autor: Dra. Rosa Rosen
Barista invitada de la semana
Café Favorito: Caramel Machiato