Cuando el invierno de nuestra alma es sorprendido por la llegada del amor único e incondicional de Dios, no le queda otro remedio que rendirse ante la llegada magistral de la primavera predestinada por Dios para nuestro deleite.
Supongamos que yo te llamo por teléfono, para informarte que te acabo de poner en el correo un regalo por motivo de tu cumpleaños. Tú esperas el paquete con la confianza en la veracidad de mis palabras, pero hasta que no recibas el regalo, realmente no tienes nada. Exactamente lo mismo nos pasa con el amor de Dios.
Decimos que Dios nos ama, porque la Biblia lo dice, porque lo venimos escuchando desde niños o simplemente por tradición. Pero hasta que no sembremos esa verdad en primera persona - DIOS ME AMA A MÍ - en lo más profundo de nuestro ser, es imposible entenderlo, disfrutar de sus beneficios y compartirlo con los demás, porque nadie puede dar de lo que no tiene.
¿Qué cuanto te ama Dios? Tanto, que si hubieras sido la única persona en la tierra, de igual modo hubiera muerto en la cruz por amor a ti.
La muerte y la resurrección de Jesús son la manifestación de amor más hermosa real y perfecta que el ser humano pueda recibir. A sus pies puedes encontrar perdón, misericordia, nuevos comienzos, restauración, plenitud, felicidad, gozo, salud, paz y una vida en abundancia.
“Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores…Sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz y gracias a sus heridas fuimos sanados” Isaías 53:4-5 (NVI)
¡Recibe el amor de Dios en este día! Todo lo que ha sido creado es una expresión visible del amor de Dios. Desde un hermoso atardecer, hasta el delicioso aroma de una rama de lavanda acabada de cortar.
¡Acepta el amor de Dios en esta hermosa mañana! Dale la oportunidad de transformar el invierno de tu vida en una fresca, agradable, colorida primavera. Cuando recibes su amor , tu vida cobra sentido y disfrutas de un continuo manjar de deliciosas promesas que garantizan tú victoria en medio de la tempestad.
¡Nada, absolutamente nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! Romanos 8:38 (Versión Lenguaje Actual)
Deja que Dios te envuelva en sus brazos de amor, que te cuide como a la niña de sus ojos y que te esconda bajo la sombra de sus alas.
Feliz Semana,