viernes, octubre 01, 2010
UN ARMA DE DOBLE FILO
Las grandes crisis económicas que se han presentado en todas las épocas han servido de motivación para todos aquellos que consideran que los momentos de escasez nos dan la oportunidad de desarrollar nuestra creatividad.
Basado en este principio me gustaría proponerles un producto a todos aquellos que tienen la mala costumbre de levantarse con el pie izquierdo y hacen que los demás paguen el precio. Me refiero a esas personas que nos encontramos en los supermercados, en nuestras oficinas, en las carreteras, en los restaurantes, en nuestros círculos sociales y hasta en nuestra propia casa. ¡Que horror!
Después de haber hecho un dinámico estudio de mercado, concluimos que de la misma manera que el humo de segunda mano afecta a los no fumadores igual o en mayor proporción que al fumador en sí, igualmente las palabras que salen de la boca contaminan no solo a quienes las dice sino también a quienes las escuchan.
Las palabras no van al viento como muchos piensan. Las palabras son instrumentos de bendición ó espadas de maldición, con la capacidad de causar heridas difíciles de borrar.
Jesús estaba clarísimo en este tema y sin anestesia les dijo a sus discípulos “¿No se dan cuenta de que todo lo que entra en la boca va al estómago, pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona?”....... ¡auch!
¿Y qué me dicen de los gestos y muecas que hablan más que mil palabras?
Muchas veces hacemos mal uso de la sinceridad y atropellamos a los demás con comentarios dañinos que terminan convirtiéndose en detonadores de amarguras, resentimientos y divisiones.
Si después de saber el poder que contienen tus confesiones insiste en hacer que los demás paguen las consecuencias de haberte levantado con el pie izquierdo, una cámara de gas llena de tu mala actitud es la solución perfecta. De esta manera no contaminas a nadie y te autodestruyes solita.
Amiga, te motivo a ser un instrumento de paz y alegría donde quiera que llegues. Contagia a los demás con tu sonrisa, con tus comentarios constructivos y verás lo bien que se siente.
¡Hola!, Soy Sandy.
Amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta.
Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una tacita de café caliente entre las manos.
Es mi deseo que mis palabras rieguen los rinconcitos vulnerables de tu corazón con amor y gracia.