viernes, abril 23, 2010

SOBREVIVIENTE, FORTALECIDA Y DECIDIDA


Hay padres liberales, padres protectores y padres que sabiamente mantienen un balance entre ambos extremos.

En mi caso he llegado a creer que si mis padres hubieran tenido la oportunidad de mandarme a hacer un traje espacial, de esos que usan en la NASA, que te protegen de temperaturas extremas y tienen no sé cuantos materiales sofisticados de alta tecnología de protección rigurosa y así evitarme unos cuantos chichones, tropezones y abollones lo hubieran hecho sin pensarlo dos veces.

Bueno…..tanto es el caso que mi mamá se ha mantenido en pie de cañón defendiendo a capa y espada su teoría de que quizás no sabré montar bicicleta, pero que mis piernas no están marcadas por ninguna caída. Si me hubieran mandado a hacer un modelito aerodinámico, la historia fuera otra, quien sabe y fuera campeona de ciclismo.

¿Y los abollones emocionales? ¿Existe algún equipo de protección?........no creo y si existiera la vida careciera de sentido. Cada quien viviera encerrado en su propio mundo mágico, sin problemas que confrontar y sin batallas que librar.

Hay situaciones que nos han abollado, otras nos han aplastado, otras hasta nos han deformado, pero la actitud que debemos tener no es de victima vulnerable, sino de BENEFICIADA ADMIRABLE. Como dice la canción “Combatiente” del grupo Maná, “Soy combatiente, sobreviviente, lo que no me mató me fortaleció”.

Pongamos nuestras abolladuras, tropezones y metidas de patas en la perspectiva correcta, al fin de cuentas lo importante no es como comenzamos, sino como terminamos la carrera de la vida.

No permitas que las heridas de tu pasado y el temor al futuro, te roben tu presente. Hasta lo que pasó ayer es parte del pasado. Perdónate a ti misma, perdona a los demás, recibe el amor incondicional de Dios, su perdón y emprende tu vuelo con alta moral y con la seguridad de que a los que aman a Dios TODAS las cosas obran a su favor, aún no lo entendamos en el momento.

Nuestros errores, nuestras heridas, nuestras lágrimas, nuestros problemas, nuestros temores, nuestras incapacidades, son herramientas de crecimiento.

Dios es un padre balanceado, nos protege y al mismo tiempo nos da la libertad de tomar nuestras propias decisiones y si estas no salen de acuerdo a lo planificado SIEMPRE estará a nuestro lado ayudándonos a ser una BENEFICIADA ADMIRABLE.

¡Que quede claro! No sabré montar bicicleta, pero aprendí a patinar y manejo mi carro muy bien.

¡Cero Stress!