“En bocas cerradas no entran moscas” – Refrán Popular
Muchos de nosotros, en nombre de la paz, hemos puesto en práctica este refrán para evitar trifulcas y malos entendidos. Eso sí, si existiera un dispositivo capaz de revelar las cosas que nos cruzan por la cabeza cuando decidimos cerrar el pico o mordernos la lengua, los trompazos, bofetadas y jalones de pelo fueran parte de nuestra rutina diaria.
¡Gracias a Dios por el regalo de la privacidad! Aunque algunos por más que traten de disimular, el lenguaje corporal termina delatándolos…………. ¡qué escándalo!
Un ejemplo: En plena funeraria te dicen “Lamento mucho la pérdida, pero no se preocupe que su familiar está en la presencia del Señor”. Yo entiendo que está con Dios, pero ¡deme el derecho de vivir mi duelo!
Otro: Te vistes bella espectacular, sales de tu casa sintiéndote la reina del pueblo y alguien te dice “Estas bonita, pero ese vestido luce mejor con unos zapatos negros”. ¿Dice quién? ¿Qué es esto?
Es un hecho: hay personas que de una manera u otra interrumpen nuestra paz emocional y detonan con sus comentarios fuera de lugar nuestro lado antipático.
Por otro lado, es una realidad que la vida es corta y no debemos de gastar nuestras energías en malos entendidos, amargándonos la sopa, así que hagamos uso de otro refrán popular conocido por todos: “a palabras necias oídos sordos"
Con esto no quiero decir que seamos groseros con la otra persona, sino que cerremos los oídos de nuestro corazón, de la misma manera que los policías se ponen camisas antibalas, para que cualquier comentario fuera de lugar no cree raíz de amargura en nosotros.
Disfruta las personas que Dios ha puesto a tu alrededor con sus virtudes y defectos. Se misericordioso y no te apresures en juzgar las acciones de otros, recuerda que tus actitudes son también detonadores del lado antipático de tus semejantes.
Levanta bandera de amor y comienza a hablar de los demás como quieres que los demás hablen de ti.
¡auch!
