viernes, enero 29, 2010
DEJATE QUERER
“Que pena contigo. ¿Para qué te pusiste a eso?”
“¿y eso? ¿Para mí?, chica, no te hubieras molestado”
“No….no...No te preocupes en pagarme la cuenta. Yo pago”
“No gastes tu dinero invitándome a un café tan caro, mejor lo tomamos en la casa.”
Estos fueron algunos de los comentarios que “Déjame Agradarte”, recibió de su amiga, “No me gusta causar molestias”, mientras disfrutaban de un tiempo juntas.
“Déjame Agradarte”, quiso honrar a su amiga en varias oportunidades, pero lo único que recibió fue un montón de excusas, producto de una lucha interior, basada en temores que solo sirvieron para crear un ambiente de tensión y desaliento entre ambas.
“No me gusta causar molestias”, es una persona golpeada fuertemente por la vida. Siempre se ha sentido rechazada, torpe y fea. En lo más profundo de su ser está clamando por aceptación, pero se siente tan insegura de sí misma que se le hace difícil aceptar las expresiones de amor de los demás y ha creado sin darse cuenta, un circulo de aislamiento de acceso engorroso, complicado y agotador.
Si no te amas y te aceptas a ti mismo con tus capacidades e ineficacias, te será imposible recibir el amor de Dios y las demostraciones de afecto de tus seres queridos, quienes muchas veces terminan extenuados en su lucha por alcanzar el estándar prácticamente inalcanzable que has establecido.
Si te sientes desechado, como si no le importas a nadie, Hoy es el día que Dios ha establecido para que pongas tu esperanza en EL. Cubrirá con vendas tus heridas, las sanará y las restaurará, para que disfrutes una vida libre de temores y complejos.
¡Ya basta! No dejes que el dolor de tus llagas, marquen el rumbo de tu vida. Entra libremente al Trono de la Gracia, donde encontrarás amor, aceptación y libertad.
¡Hola!, Soy Sandy.
Amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta.
Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una tacita de café caliente entre las manos.
Es mi deseo que mis palabras rieguen los rinconcitos vulnerables de tu corazón con amor y gracia.