viernes, octubre 02, 2009

Resolución AntiStress


¿Cuántas veces decimos y escuchamos decir a otros estas frases celebres de uso cotidiano?:

Apenas hoy es lunes, ….que trauma.
¡Desesperada porque llegue el fin de semana!
¡Loca por tomar vacaciones!
No veo la hora que llegue mi día libre para descansar.
Llegó el Miércoles, el ombligo de la semana
¡Juernes! Mañana comienza el weekend.
¡Por fin! Llego el viernes.
Aquí mirando el calendario para saber cuando es el próximo feriado.

Pensando las cosas a blanco y negro llegué a la conclusión de que si estamos vivos lo más seguro que tenemos es la muerte, aunque Dios nos bendiga con una larga vida, la muerte es algo inevitable. ¿verdad? . Partiendo de esa triste realidad, que pocos incluimos en nuestra lista de cosas pendientes, tomé la siguiente resolución que me gustaría que la hagas tuya también. Adáptala a tu estilo de vida, léela cuantas veces sea necesario hasta lograr que se convierta en un patrón de pensamientos a seguir:

“Me preocuparé más por mi belleza interior, porque me acompañará eternamente, la exterior es un defecto de fábrica, no puedo hacer nada para evitarla.

Lucharé por los sueños que Dios ha sembrado en mi corazón, aunque sean locura para los demás.

Haré de cada día una celebración. Brindaré con mi tasa de café en alto, agradecida con Dios por haberme permitido despertar de este lado y no del otro.

Recibiré cada salida de sol con la expectativa de que Dios esta obrando a mi favor y si alguien se propone hacerme pensar diferente, estableceré limites saludables para evitar mandarlo donde después me arrepienta.

No me rendiré ante mis temores, no permitiré que afecten mi estado de ánimo, al fin de cuentas solo son oportunidades para ejercitar mi fe y llevarme a niveles más altos.

Me gozaré en mis debilidades. Me niego a vivir en condenación. Recibo el perdón de Dios como dulce bálsamo sobre mis heridas. Mis debilidades son un reflejo de su Grandeza.

No viviré para agradar a los demás, al contario, viviré para alcanzar las expectativas realistas que Dios tiene de mí.

Finalmente, como cada día es un regalo divino, cargadito de diferentes matices, trataré de evitar por todos los medios el uso de esas frases celebres de uso cotidiano.”

Hakuna Matata