viernes, julio 03, 2009
Actitud+(Dios)+Gratitud= Libertad
El fin de semana del 4 de Julio es sinónimo de fuegos artificiales, parrilladas, paradas, conciertos, juegos de pelota y viajes a la playa. No es para menos, esta es una fecha, donde los norteamericanos nos vestimos de gala para celebrar por todo alto un aniversario más de nuestra "INDEPENDENCIA".
Para mí todos los días son de “LIBERTAD” y trato por todos los medios de celebrarlo como se merece.
Cada día es una obra maestra. Nuestra obra maestra. Todos contamos con la misma cantidad de horas, pero cada quien hace con su tiempo y con su actitud lo que cree conveniente.
Cuando decidimos recibir el día como un regalo de Dios y asumimos la responsabilidad de defender nuestra paz, nuestra felicidad y nuestro gozo, aún en medio de las dificultades cotidianas, NO hay amargado que nos intimide.
Precisamente, hoy en la mañana, unas amigas me invitaron a desayunar y pasamos un momento muy especial. Cuando me disponía regresar a mi casa, recibí una llamada telefónica de mi hija mayor, quien en un tono de desesperación me explicaba como su hermanita de tres años le había tomado su esmalte de uñas – Rosado Fucsia- y decidió hacerle competencia a Picasso, usando toda su creatividad. Tan pronto colgué el teléfono, tomé la decisión de no permitir que ese suceso empañe mi día. Cuando llegué a la casa me dije: “Pudo haber sido peor”.
No bien había terminado de limpiar la obra de arte, cuando recibí otra llamada, era mi esposo. Me llamó para pedirme que lo fuera a buscar, porque su carro se había dañado y necesitaba ayuda. ……Fantastico!
Una de las verdades que marcó un “GRITO DE LIBERTAD”, en mi vida, fue cuando entendí que la única responsable de mi propia felicidad soy YO.
No es vivir en negación. Las circunstancias difíciles son parte de nuestra existencia. Es simplemente celebrar cada día y aprender a ver la mano de Dios en cada detalle.
¡Decide declarar tu propio grito de INDEPENDENCIA!
¡Hola!, Soy Sandy.
Amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta.
Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una tacita de café caliente entre las manos.
Es mi deseo que mis palabras rieguen los rinconcitos vulnerables de tu corazón con amor y gracia.