jueves, junio 18, 2009
¿Que viste a quien?.............
“¡¡Es el presidente Obama!! Wow!!! Sí, está aquí en frente de mí, ordenando comida”.
Era el comentario de muchos, cuando una cadena de televisión nacional, realizó un reportaje sobre un día en la Casa Blanca.
A la hora de almuerzo a nuestro actual presidente se le antojó una deliciosa hamburguesa con papas y decidió presentarse sorpresivamente en un restaurante, saludando cariñosamente a todos los que encontraba a su paso.
Nos sentimos tan emocionados cuando tenemos la oportunidad de conocer nuestra celebridad favorita,que nos pasamos varios días tratando de contactar a nuestros familiares y amigos para comentarle sobre nuestra grata experiencia.
Esta semana el turno me tocó a mí y me gustaría compartir contigo como me sentí:
En su presencia pude ser yo misma. Pude llorar, reír, ser impertinente y hasta mostrarle mi lado de payasa. El me escuchaba, mientras se reía de mis ocurrencias.
En su presencia pude relajarme y escuchar sus valiosos consejos que han hecho de mi vida un jardín continuo.
En su presencia no limité hablarle sobre mis sueños y anhelos más profundos, al contrario noté mucho interés de su parte mientras le contaba.
En su presencia hay plenitud de gozo. Me sentí amada, cuidada, valorada, admirada, protegida, privilegiada.
En su presencia pude compartir esa canción que despierta en mí tantas cosas lindas y pude disfrutar cada sorbo de ese cafecito mañanero que tanto me gusta.
Me despedí con la esperanza de volverlo a ver. Para mi mayor sorpresa como todo un caballero me dijo: “Cuando quieras podemos tener otro encuentro”.
Que maravilloso es sentirse amada por la celebridad más importante de todos los tiempos JESUCRISTO. Cuando quieras puedes contactarlo. Está solo a una oración de distancia.
¡Hola!, Soy Sandy.
Amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta.
Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una tacita de café caliente entre las manos.
Es mi deseo que mis palabras rieguen los rinconcitos vulnerables de tu corazón con amor y gracia.