Estos pequeños detalles marcan la diferencia
Cada uno de nosotros fuimos creados por Dios con un propósito definido, lamentablemente muchos mueren sin descubrir este hermoso tesoro.
Nos enfocamos tanto en las cosas materiales y los afanes diarios que pasamos por alto los pequeños detalles que hacen esta vida placentera,
Una vez se me ocurrió preguntarle a mi sobrina sobre la manera que ella visualizaba a Dios. Le pregunté: “Como te lo imaginas, serio con la cara larga ó con una hermosa sonrisa en su rostro?”, su respuesta fue: “Tía, Dios no se ríe”.
Por muchos años yo pensé lo mismo. La condenación y la culpabilidad de querer agradar a Dios y no lograrlo fueron los ingredientes necesarios para hacer mi vida miserable.
Desde que le dí la oportunidad a Jesús de inundar mi TODO, mi vida se ha mantenido en un crecimiento continuo, donde El me lleva de su mano con una hermosa sonrisa en su rostro, enseñándome a valorar los pequeños detalles que marcan la diferencia.
Un corazón, una mente y una boca llena de gratitud.
Una hermosa sonrisa. Que no te dé pena regalar tu sonrisa “Colgate”
Un “Buenos Días, que linda estás hoy”
Tomarte un cafecito con una amiga ó un amigo.
Sentarte a disfrutar tu programa de televisión favorito.
Aprender a vivir para trabajar y no lo contrario.
No darle tanta importancia a la opinión que los demás tienen de ti.
Entender que tú y Dios son mayoría.
La vida es un largo viaje que Dios planeo detalladamente para que lo disfrutes al máximo. No te conformes con menos.
