jueves, abril 09, 2009
Despeinada... talvez, sin paraguas…..NO!!
No hay peor cosa que salir de la peluquería con tu pelo bello-precioso y un aguacero a su máximo esplendor. Definitivamente el cabello y la humedad son enemigos de nacimiento. Las de cabellera rizada tenemos experiencia en la materia.
Particularmente, las mujeres, estamos endeudadas con el chino que hace 4,000 años se inventó el paraguas. Qué alternativa tan conveniente en momentos de emergencias climáticas.
Cuando se habla de la “Gracia de Dios”, conocida por muchos como su” Favor Inmerecido”, yo me la imagino como una gigantesca sombrilla que no solamente me permite recibir el perdón por cada uno de mis errores y la libertad de tener entrada VIP a su presencia, sino que también me da la fortaleza necesaria para vencer los obstáculos que se presentan en el camino de la vida.Como presentar mi mejor sonrisa cuando no estoy de ánimo, dar una palabra de aliento cuando creo no tener nada que ofrecer, lograr mis metas diarias, soñar sin limitación alguna y mantenerme positiva aunque mis circunstancias me dicten todo lo contrario.
La gracia de Dios es la cobertura sobrenatural que nos permite hacer lo que está a nuestro alcance y al mismo tiempo nos brinda descanso en la soberanía de Dios.
Cuando tomamos decisiones basadas en nuestros temores, cuando comprometemos nuestro tiempo más de lo normal, cuando estamos ansiosos, cuando perdemos nuestra paz, cuando perdemos nuestro gozo y estamos locos porque termine el día , es cuando nos damos cuenta que su favor en nosotros brilla por su ausencia.
Así que pensándolo bien, vale más la pena lidiar con la humedad de nuestro pelo que salir de nuestras casas sin el paraguas de la Gracia de Dios.
¡Hola!, Soy Sandy.
Amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta.
Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una tacita de café caliente entre las manos.
Es mi deseo que mis palabras rieguen los rinconcitos vulnerables de tu corazón con amor y gracia.